Asumamos como válida la tesis que se propone ante la posibilidad de que el Ecuador caiga otra vez bajo la tiranía del correísmo: “Votar por el menos malo”.
Tenemos dos opciones para escoger: Pérez o Lasso. ¿Quién es el menos malo?
Para encontrar la respuesta a esta pregunta debemos proceder con imparcialidad, porque ella nos llevará a elegir al Presidente que termine con la transición hacia la democracia iniciada por Lenin Moreno.
Es una vergüenza nacional, que otra vez no tengamos una opción buena para elegir a nuestro Presidente, de quien llegue a Carondelet se dirá a nivel internacional: “ese Presidente no es el mejor ciudadano ecuatoriano, sino que es el menos malo”.
La clave para encontrar al candidato está en respondernos las siguientes preguntas:
¿Qué actividad política realizó en los últimos 40 años?
¿Cuál fue su relación con el dictador Correa?
¿Quiénes lo respaldan en la campaña política?
Debemos establecer si el Presidenciable o sus allegados más cercanos:
¿Fueron parte del sistema político que quebró a millones de familias el año 1999?
¿Fueron beneficiarios de los Golpes de Estado contra Bucaram, Mahuad o Gutiérrez?
¿Fueron parte del intento de Golpe de Estado de octubre de 2019?
¿Fueron beneficiarios del Golpe de Estado conocido como “De los manteles”?
¿Tuvieron pactos legislativos con el correísmo?
¿En la actual precampaña política utilizan las mismas prácticas de la partidocracia: Trolles, Prensa de Alquiler, Leguleyadas oficiales?

Respondamos con honestidad estas preguntas, y ahí recién tendremos los argumentos para establecer quién es menos malo: ¿Pérez o Lasso?.