Otto Sonnenholzner renunció a la Vicepresidencia del Ecuador para intentar lograr la Unidad en la candidatura presidencial, pero no lo logró, y con un dejo de tristeza declara que “en lugar de Unidad encontró Vanidad”.
Este proyecto de Unidad no iba a estar en torno a Sonnenholzner, porque siempre dejó bien en claro que él no será candidato.
Los demás candidatos rechazaron su propuesta porque aseguraban ser ganadores, pero tanta necedad y vanidad solo logró que el correísmo tenga alta votación.

Cada candidato presidencial recibe para promoción electoral $301.175, 66. Por lo tanto, en la siguiente lista, desde el quinto candidato, se comprueba que el costo de cada voto nos sale muy caro a los ecuatorianos.
Arauz 3’033.753 votos $0,099 c/voto
Lasso 1’830.045 votos $0,165 c/voto
Pérez 1’797.445 votos $0,168 c/voto
Hervas 1’453.906 votos $0,207 c/voto
Freile 192.764 votos $1,562 c/voto
Romero 172.712 votos $1,744 c/voto
Gutiérrez 164.801 votos $1,83 c/voto
Almeida 160.568 votos $1,876 c/voto
Peña 143.165 votos $2,104 c/voto
Celi 84.677 votos $3,557 c/voto
Velasco 76.340 votos $3,945 c/voto
Montúfar 57.760 votos $5,214 c/voto
Larrea 37.095 votos $8,119 c/voto
Sagnay 26.525 votos $11,354 c/voto
Andrade 20.573 votos $14,639 c/voto
Carrasco 19.815 votos $15,199 c/voto
El financiamiento de la promoción electoral con dinero de todos los ecuatorianos debe terminar.
Está mal que para pagar la vanidad de los candidatos se deba recortar el presupuesto de salud pública y educación.
¡Debe ser reformada la ley electoral!