Un principio fundamental de la Naturaleza, es que “la circulación de una corriente eléctrica produce un campo magnético alrededor del conductor cuya intensidad es proporcional a la intensidad de la corriente eléctrica”.
En el cuerpo de todos los animales, de forma permanente están circulando corrientes eléctricas de diferentes intensidades; por el latido del corazón, cada vez que movemos los dedos o los brazos, al caminar, al beber, cada vez que pensamos, también cuando generamos sentimientos. A todas estas corrientes eléctricas muchas personas las conocen como “vibras”.
La corriente eléctrica es causada por el movimiento de los electrones, por lo que su naturaleza es una sola, no existen buenas o malas corrientes eléctricas o “vibras”.
La excesiva corriente eléctrica causa daño a los órganos del cuerpo, por esto, es importante que procuremos que los sentimientos de elevada intensidad sean de corta duración. Las personas que odian permanente, o que viven con miedo, pronto verán afectado el funcionamiento de su corazón, hígado o riñones. La serenidad es un sentimiento que nos mantiene sanos, lo mismo pasa con la alegría.
Las corrientes eléctricas que circulan por el cuerpo generan un campo magnético también conocido como alma, que se puede medir. Por lo tanto, no solo las personas tienen alma, sino todos los seres vivos. El alma, es resultado de la vida del cuerpo, por lo que cuando terminan las funciones vitales el alma desaparece.
Al ser el alma energía a elevada vibración, puede realizar cosas imposibles para el cuerpo que es energía a baja vibración. Puede ver a grandes distancias, o el futuro, también detecta la personalidad o intenciones de otras personas sin importar sus palabras.

Las personas somos la conciencia y personalidad que aparece como resultado de la interacción del cuerpo y el alma, por lo que para ser felices es importante que tengan un diálogo continuo y acuerdos que se cumplan.
Hay un tercer elemento fundamental del que hablaremos en otra entrega: El espíritu.